ZARAGOZA | Venció el Real Zaragoza en su visita anual al Nou Estadi. Lo hizo por la mínima (1-2), en un encuentro parejo, sin demasiados alardes zaragocistas.
El Real Zaragoza acudió a Tarragona a disputar uno de los clásicos del verano, un encuentro especial. La ciudad, cercana a Zaragoza, se erige como el punto central en la ruta veraniega de muchos zaragozanos y zaragocistas. El Nou Estadi, vestido con un atuendo particular y recurrente en este tipo de citas, acogió a los aficionados de ambos conjuntos y desplegó un ambiente de fútbol.
Dominio en los comienzos
Inició el Real Zaragoza más volcado. Vertical en sus acciones, el fútbol de Sebas Moyano sobresalió con respecto al de los demás. En los inicios, todo ataque zaragocista llevó la firma del extremo. Por medio de un toque o un recurso, el cordobés dirigió a los suyos y trazó un juego distinto. Cómodo y ordenado, el Real Zaragoza aguardaba paciente las posesiones del Nástic, que únicamente aportó peligro en una acción tan concreta como desafortunada. Tachi perdió el duelo con Baselga, que cayó sobre la rodilla del defensor. Sobre el césped del feudo tarraconense, las alarmas se encendieron. El madrileño abandonó el terreno de juego y refutó una teoría negativa en la pretemporada, dejando la zona central de la zaga completamente despoblada.
El Real Zaragoza buscaba constantemente la combinación, el pie de sus atacantes. Lo encontró en el minuto 20. Bazdar aprovechó una mala entrega de Juncá y cedió el balón a Soberón. La potencia se unió con la fortuna y, gracias al palo y a Rebollo, el esférico terminó colándose en la meta rival. Una vez se vio por detrás en el luminoso, el Nástic comenzó a ofrecer un juego más combativo, una batalla frente a frente. Fue probando a Poussin hasta que, en un momento de debilidad absoluta, empató el encuentro por medio de Baselga. Un centro desde la derecha encontró la testa del zaragozano, que antes se deshizo de Borge con un recurso propio de un nueve puro.
Tras la pausa de hidratación, despertó el cuadro que dirige Gabi. Los futbolistas de ataque trataron de dibujar un fútbol diferente, un juego de pocos toques llevado a cabo bajo la batuta de directores variados. Sin embargo, el Real Zaragoza no logró materializar sus últimos acercamientos, por lo que se marchó a vestuarios con las tablas reflejando en el luminoso.
Reseteo tras el descanso
La reanudación trajo consigo varios cambios. Debutó Pomares, que ingresó en el terreno de juego junto a Bakis, Dani Gómez, Pau Sans y Toni Moya. El cuadro local llevó las riendas del encuentro durante los primeros compases del mismo. Monopolizó el esférico y arrinconó al Real Zaragoza, que basó su juego en esperar el error y salir en transición.
El dominio rojillo se sostuvo en el tiempo. Por medio de centros laterales y continua presencia en el área rival, solo el travesaño impidió el movimiento en el marcador. Poco después. el cuadro local redujo sus revoluciones y las fuerzas se igualaron. El esférico comenzó a circular con algo más de lentitud y el devenir del encuentro descubrió sus tintes más físicos.
De manera progresiva, el Real Zaragoza comenzó a adelantar líneas, a reencontrarse con su juego. Cuando la batalla rozaba su punto más parejo, la Ciudad Deportiva emergió para desequilibrar la balanza. En un córner, Cuenca y Pau crearon una conexión especial, de pocos toques. El primero de los mencionados sirvió un centro teledirigido a la cabeza del ’29’, cuyo remate se coló por la portería defendida por Dani Rebollo.
El último tramo dibujó un duelo parejo, donde el cansancio se sobrepuso al fútbol. No pasó demasiados apuros el Real Zaragoza, que por medio del orden aguantó el resultado y se hizo con el trofeo Ciutat de Tarragona en un encuentro en el que no mostró su versión más vistosa, pero en el que aplicó cierta seriedad frente a las adversidades.
Ficha técnica
Real Zaragoza: Poussin; Juan Sebastián (Calero, 68), Tachi (Borge, 19), Saidu (Hugo Carrillo, 51), Tasende (Pomares, 46); Francho (Hugo Pinilla, 78′), Guti (Toni Moya, 46); Aketxe (Pau Sans, 46), Sebas Moyano (Cuenca, 68); Soberón (Bakis, 46), Bazdar (Dani Gómez, 46)
Nástic de Tarragona: Rebollo (Fuidias, 46); Sergio Santos (Oriol, 46), David Alba (Morgado, 46), Pujol (Sergio Camus, 46), Juncá (Nil, 46); Mangel (Fernando Torres, 46), Montalvo (Kaptoum, 46); Pau Martínez (Jaume Jardí, 46), Juanda (Danilo, 63); Baselga (Airan, 46), Álex Jiménez (Cedric, 46)
Árbitro: Amonestó a David Alba (13), Oriol (68) y Cuenca (75)
Goleadores: Soberón (20), Baselga (39), Pau Sans (70)