Nadie de la SD Huesca quiere una tercera derrota consecutiva. La próxima estación es Lugo. Y en otro lunes. Cuando eres firme candidato al ascenso, todo cobra otra dimensión y cada tropiezo muta en accidente grave. Buffarini acaba de poner voz al vestuario y aplicar el guión tradicional para estos casos: «Si no éramos los mejores cuando ganamos dos partidos seguidos, ahora tampoco somos los peores por perder dos partidos seguidos».
Esas dos derrotas -Las Palmas y Oviedo- derivan en una necesidad de ganar en Lugo. Siempre hay que sumar, más cuando todos los rivales han puesto el foco sobre uno, pero esos malos resultados exigen revertir la situación. Y esto solo pasa por sumar. «Vamos con la necesidad y la obligación de conseguir un buen resultado», ha aseverado el defensa argentino del Huesca.
Buffarini está en el lógico proceso de adaptación a un fútbol distinto al que ha conocido hasta ahora y va quemando etapas poco a poco. De la Segunda subraya la «competitividad» de la categoría y lo larga que es. «Todos los partidos -señaló- son complicados». En su caso, además, también influye adaptarse a una nueva ciudad y un nuevo país.