Equipo, grupo, trabajo. Xisco Muñoz no se despega de su discurso. Ni con la victoria contra el Valladolid. El balear es todo lo contrario a la euforia. No ha proyectado ningún énfasis triunfalista a su discurso. Ni mucho menos. Lo sujeta sobre la necesidad de «seguir mejorando», de «tomar mejores decisiones» en el último tramo, porque «llevamos cuatro meses de desventaja» respecto a los otros equipos de la competición.
Ximo Muñoz sorprendió, reconoció el preparador, con su planteamiento, con esa marca hombre a hombre en el interior donde Marc Mateu y Nwakali frenaron a Aguado y Roque Mesa, respectivamente. Y se deshizo en elogios sobre el rival. Calificó al Valladolid de un «buen equipo», que analizó con su cuerpo técnico para contraponer su propuesta de juego donde hubo un abuso de centros laterales. Ximo Muñoz tuvo palabras de elogio para la afición, que «apretó cuando estábamos medio ko».
El técnico se explayó en el trabajo de sus chicos, pero bajo esa ‘cama’ de que hay que mejorar. «Vamos creciendo, cada vez tenemos más registros y somos más constantes», deslizó un técnico que desde que ha llegado solo ha sumado una derrota. La victoria contra el Valladolid cimenta ese buen juego, que empezó ya con anterioridad. En este sentido, ha tenido recuerdo para los partidos disputados contra el Almería y antes contra el Ibiza.
El técnico reiteró la importancia de que el equipo sea cada vez más rocoso, que el rival sienta que es muy difícil de ganar. Tuvo palabras de elogio para el equipo, en su conjunto, y además de los citados Nwakali y Marc Mateu, para Gaich del que dijo que «está claro que me gusta que el trabajo se refleje en goles».
Por su parte, Pacheta, que salió a la rueda de prensa antes que Xisco Muñoz señaló que desde su llegada a Huesca «todos me han trasladado su cariño. Me voy con la sensación de que hicimos muchas cosas bien». Respecto al partido en sí, subrayó que en el fútbol hay que ser «más contundentes». «Creo que hemos merecido más, pero el Huesca ha sido más contundente».