Tras coger aire, el Real Zaragoza se deshinchó ayer. De nuevo en La Romareda, donde no consigue dar la talla. Se cerró así su mejor racha de la temporada. Después de un triunfo de prestigio en Las Palmas, la afición regresaba al estadio en un horario inoportuno, en el peor contexto ambiental del curso: “no era el clima que gustaría tener (…) Es lunes, mañana hay colegio, es a las nueve, llueve…»
La imagen del estadio estuvo lejos del lleno y el equipo se contagió en el juego, que se reflejó en un error de Nieto: «La desgracia del primer gol cambió para siempre el partido». El Leganés se supo llevar el encuentro a su terreno y así lo vio también el capitán blanquillo, que destacó la existencia de “ese otro fútbol que ellos han sabido hacer”.
El cuadro madrileño se sitúa ahora quinto por la cola y aunque en las jornadas más recientes había demostrado un cambio destacaba por su mal arranque en la Liga Smartbank. Precisamente, Zapater aseguró que es en esas “situaciones comprometidas” cuando hay que saber jugar a ese otro fútbol que le quitó ritmo a un juego que el Zaragoza comenzaba a controlar tras el descanso.
Solo le duró alrededor de un cuarto de hora, porque después de que pasasen estos minutos fue el Leganés quien recuperó el dominio gracias a la otra cara de este deporte. “Sabemos que cuando un equipo va ganando el portero va a ir a por el balón, va a cambiar de lado”, puso como ejemplo el de Ejea de los Caballeros para aclarar que eran conscientes de que los visitantes intentarían perder tiempo en caso de ponerse por delante.
La entrega fallida de Nieto a Cristian Álvarez significó el primer gol rival y sentenció el encuentro, pues el Real Zaragoza, tras ese fallo, no supo imponer su ley en el césped y se limitó a intentar crear alguna ocasión en la segunda mitad que, sin embargo, no materializó. Una lástima para aquella afición que acudió a La Romareda a pesar de la lluvia, a la que el capitán también dedicó unas palabras: “Hay que valorar muchísimo a todos lo que han venido”. No supieron, sin embargo, aprovechar el aliento de estos.