ZARAGOZA | El Real Zaragoza está a solo 13 días del inicio de la competición. En su hoja de ruta, ha acelerado en algunos puntos, con 5 incorporaciones ya escritas. Las llegadas se saben de carrerilla y responden a un patrón conocido. Txema Indias ha elegido perfiles contrastados, con muchas tardes de fútbol en esta categoría.
7 llegadas y 12 salidas para el Real Zaragoza
Sebas Moyano fue el primero en llegar y el futbolista que más ha impresionado en los primeros ensayos. Le siguió Alberto Tachi, que quiere asumir galones en la zaga. Aleksandar Radovanovic vivió un debut difícil en Tarazona, pero tendrá más oportunidades para mejorar esa impresión. Carlos Pomares se ha estrenado hoy en el primer entrenamiento y el grupo espera ya a Paulino de la Fuente. Entre las llegadas, se cuentan también dos casos excepcionales. Juan Sebastián y Andrés Borge regresaban de sus respectivas cesiones en el Alcorcón y el Arenteiro. Los dos han mostrado seguridad en sus primeros pasos y pueden tener un lugar en la próxima temporada.
Indias llegó a verbalizar su preocupación por el límite salarial en sus primeras intervenciones. A raíz de ese agobio, se escribió una idea: el nuevo Zaragoza empezaba por la rampa de salida. El primer paso fue rescindir el contrato de Joan Femenías, en un recurso que se guardó Cordero el curso pasado. En los siguientes días el club no extendió el vínculo de Jair Amador, Carlos Nieto y Lluís López, que acababan contrato el 30 de junio. El caso de Lluís pudo parecer excepcional: todas las partes se impusieron un compás de espera. En ese margen, López decidió aceptar una de las propuestas que estaba sobre su mesa: fichó por el Shandong Taishan chino.
Liso, que ha sufrido de una forma dolorosa durante todo el curso, eligió un verano más tarde al Getafe. La fórmula escogida es una cesión compleja, pero la voluntad del futbolista es no regresar a Zaragoza. El club traspasó también a Marcos Luna hacia Almería, tras hacer pública una sospecha: no sentía que fuera del agrado de Gabi Fernández. En ese contexto, se entendió que su salida era lo mejor para todas las partes.
El Zaragoza tampoco quiso hacerse con la propiedad de Kervin Arriaga y cambió el pacto que quedó escrito en el mercado invernal. La operación comprometía la masa salarial de la plantilla, estimó Indias. “Queremos a Arriaga, pero no a cualquier precio”, había anunciado Gabi Fernández antes. Y todos supimos después que no era solo de precio de lo que estaban hablando.
Si lo de Arriaga no se contempló hasta el inicio de mercado, no prorrogar las cesiones de Alberto Marí, Enrique Clemente o Adu Ares parecía previsto. Quizá el último caso pueda admitir una revisión, aunque el abanico de extremos parece cerca de cubrirse. Sobre todo si se culmina la operación de Valery Fernández, avanzada en este punto de la jugada. La última salida ya certificada fue la de Sergi Enrich, que regresó a la SD Huesca después de que el Zaragoza le abonara una parte de la rescisión de su contrato.
Tareas pendientes
En lo que resta de mercado se estima que quedan todavía media docena de llegadas. Quizá la labor más urgente esté en la portería, en la que Indias recibió con Andrés Fernández el mayor revés del verano. El cierre de Paul Akouokou no será sencillo, por mucho que el club ya haya perfilado un borrador de su acuerdo. Básicamente, porque tiene cerca propuestas más poderosas. Además de esa posición y el extremo, restan incorporaciones defensivas, cabezas de cartel para la zaga. Especialmente sensibles serán esos fichajes. La defensa es la línea más troncal del plan que tejen Gabi e Indias. También la posición que mejor explica el cese de Cordero la temporada pasada.
En un equipo en el que no hay situaciones imprescindibles, el avance del mercado resolverá casos complejos como los de Gaëtan Poussin, Samed Bazdar o Marcos Cuenca o salidas cantadas como las de Sinan Bakis o Gori Gracia. A estas alturas quedan muchas incógnitas por resolver y la poderosa sensación de que a Txema Indias le esperan jornadas de infarto y un agosto plagado de trabajo.