Las jugadas a balón parado están siendo muy importantes en las últimas jornadas de la competición regular para la SD Huesca, tanto a favor como en contra.
Una de las facetas que los pupilos de Juan Antonio Anquela tienen que mejorar en las próximas jornadas es la del balón parado. Los córners y las faltas están siendo el talón de Aquiles para el conjunto azulgrana estas últimas semanas. Además, están siendo determinantes en el transcurso de los encuentros dando y quitando puntos de manera repartida.
Los tres últimos goles encajados por el equipo oscense vienen de una jugada a balón parado y concretamente fueron los tres con la testa de jugadores rivales; también será un objetivo a mejorar la defensa aérea de las jugadas de estrategia. Los tantos encajados llegaron de Urko Vera, frente al Mirandés (de córner); de Ortuño, en el último minuto frente al Cádiz (de córner); y el último frente al Real Oviedo, anotado por David Costas (de saque de falta).
Pero aún con todo, el Huesca, de los últimos 5 goles que ha anotado, 3 han sido a balón parado y uno precedido de una jugada similar. Tantos que valen puntos y contradicen la superioridad aérea del conjunto azulgrana puesto que en defensa siente cierta inferioridad y en ataque una leve ventaja frente a sus rivales teniendo a hombres como Carlos David o Gonzalo Melero. Los tantos del cuadro oscense a favor conseguidos en jugadas a balón parado comienzan con el obtenido por Carlos David en el segundo gol contra el Mirandés (de córner). Samu Sáiz consiguió otro para la contienda frente al Cádiz de penalti y de nuevo Carlos David anotó en el Tartiere para acabar empatando el partido (de saque de falta).
También, cabe destacar el gol de volea de Samu Sáiz en Reus, que venía precedido de una saque de esquina. Queda a las claras que la estrategia será una de las claves a tener en cuenta en la recta final de la temporada.