La adversa meteorología que se ha dado en el valle del Aragón en las últimas semanas, marcada por las anómalas altas temperaturas para esta época del año, las lluvias y la ausencia de nevadas, ha hecho imposible que el centro haya podido inaugurar el curso invernal hasta el momento.
Los trabajadores de Candanchú están llevando a cabo desde hace varias semanas labores para asegurar la nieve caída, así como de producción de nieve artificial, que luego trasladan y recolocan en diferentes zonas de las pistas. Parte de esta cantidad de nieve proviene de la que se almacenó desde finales de la temporada pasada mediante la técnica del snowfarming, pionera en España y que ha permitido mantener el 60% de los 12.000 metros cúbicos que se guardaron desde entonces, los cuales se están destinando a cubrir dos pistas y una cinta en la zona de Pista Grande.
Cuando se han dado las condiciones idóneas, los días de bajas temperaturas, los cañones han funcionado a pleno rendimiento, pero, en líneas generales, la meteorología no ha posibilitado que se haya podido producir la nieve suficiente como para poder abrir las instalaciones antes del inicio de las fiestas navideñas, como sí pudo hacerse la temporada pasada, cuando la apertura tuvo lugar en el puente de la Constitución.
Cabe destacar en este sentido que la reserva de nieve almacenada actualmente en el Pirineo aragonés está bajo mínimos con respecto a las mismas fechas de 2017, hasta el punto de que en algunas zonas representa solo una quinta parte. En Candanchú, la temporada pasada se habían producido a estas alturas alrededor de 30.000 metros cúbicos de nieve, mientras que actualmente la producción acumulada no supera los 3.000.