ZARAGOZA | Y hasta aquí llegó el curso. El Casademont Zaragoza no pudo superar al Real Madrid en el último partido de la temporada (89-104) y se despide también del undécimo puesto, que en el mejor de los casos —y a la espera de conocer los cupos europeos— podría haberle abierto la puerta a una competición continental de mayor nivel que la FIBA Europe Cup. Los de San Miguel fueron a remolque durante todo el encuentro y, aunque intentaron plantar cara en el tercer cuarto, el Real Madrid impuso su jerarquía, con una actuación destacada de Mario Hezonja, que firmó 23 puntos y fue un martillo implacable para la defensa rojilla.
Así, nada más sonar la bocina final, se confirmó también la victoria del Andorra —uno de los perseguidores— ante el Granada (77-89). Con ese resultado, el Casademont Zaragoza será como máximo duodécimo, a la espera de lo que ocurra en el encuentro entre Valencia y Breogán. Si los gallegos logran la victoria, superarán también a los maños, que caerían al decimotercer puesto definitivo en la clasificación.
A pesar de que el Real Madrid no se jugaba nada y el Casademont Zaragoza aspiraba a una competición europea mayor que la FIBA Europe Cup, los de Chus Mateo salieron mucho más metidos en el partido. Cinco puntos seguidos encendieron las alarmas en el Príncipe Felipe. Sulejmanovic tomó la responsabilidad y empató (5-5), pero el Madrid seguía llevando la iniciativa con un Hezonja desatado, que desbordaba sin oposición a la defensa rojilla. La noticia positiva llegaba con la segunda personal de Tavares que se marchó sustituido y abrió huecos para los locales atrás.
Dubljevic ilusionó con un triple, pero Abalde respondió al instante con otro idéntico, devolviendo la ventaja al Real Madrid (8-12) para el fastidio del Casademont a cinco minutos del final del primer cuarto. Lejos de aflojar, los blancos intensificaron su dominio hasta alcanzar un +8 (13-21), lo que obligó a San Miguel a pedir tiempo muerto. Tras el parón, Casademont mejoró en ataque con un inspirado Trae Bell-Haynes, que anotó seis puntos seguidos. Pero el empuje apenas tuvo recompensa, ya que Garuba clavó dos triples consecutivos, y el Real Madrid se mantuvo por delante al término del primer cuarto (21-28). Podía ser peor, pero los triples merengues (5/7) estaban siendo letales.
El segundo cuarto arrancó con buen pie para los rojillos, que encontraron en Nate Watson su principal referencia ofensiva. El pívot, muy potente en la pintura, lideró junto a un triple de Dimsa un parcial que apretó el marcador (30-32) en apenas minuto y medio. Sin embargo, la desconexión defensiva volvió a condenar al Casademont, que pasó de perder por solo dos puntos a hacerlo por ocho, con un González letal desde el perímetro (30-38).
La situación empeoró cuando Watson tuvo que sentarse tras cometer su tercera falta. A partir de ahí, el equipo se vino abajo mientras el Real Madrid, con Fernando, el propio González y un activo Ndiaye, aceleraba el ritmo y firmaba un parcial demoledor. La diferencia se disparó hasta los 14 puntos (38-52) y el conjunto zaragozano se diluía sin mostrar resistencia como una balsa de papel en mitad del oceano.
La defensa era inexistente y las pérdidas se convertían en rutina, permitiendo al Real Madrid seguir castigando sin piedad. Con su noveno triple —sexto del segundo cuarto—, los de Chus Mateo cerraron la primera mitad con un marcador durísimo: 40-60. Encajar 60 puntos en solo 20 minutos es simplemente inadmisible.
Un tercer cuarto guerrillero
Tras el descanso, el equipo logró hallar la fórmula para hacer daño al Real Madrid, con un buen Sulejmanovic que hacía 6 puntos casi consecutivos y un acertado Trae que ayudaban a reducir la renta a «solamente» 17 puntos. Y es que el Real Madrid, aunque recibiera canastas en contra, tampoco quitaba el pie del acelerador y con Abalde y Ndiaye no dejaban esperanza alguna ante un Príncipe Felipe apático, que esperaba algo más de los suyos (52-69).
Fue entonces cuando el equipo mejoró en defensa traduciéndose esto en acortar una renta que ya empezaba a ser menor, con dos triples consecutivos de Spissu y Sulejmanovic siendo un auténtico martillo pilón para el rival (62-75). Así, llegó el momento en el que el Casademont tenía que decidir si quería competir el partido o seguir a la deriva. Y el equipo eligió competir con un Watson que en su mejor partido lograba cuatro puntos consecutivos, unidos a dos libres de Trae, que permitían a los locales marcharse con el partido medianamente abierto (68-80).
En el último cuarto, los de San Miguel intentaron aprovechar el viento a favor que traían del anterior periodo, con Yusta y Watson inaugurando el parcial, pero rápidamente Hezonja, con su calidad individual, decidió el choque, anotando hasta tres triples consecutivos, unidos a dos libres de Tavares, y otros dos puntos del propio griego, que ponían el marcador en 77-93 para el hastío de un Casademont que poco podía hacer ante el alero visitante.
Yusta metió un triple que poco podía aportar, porque Feliz respondía desde detrás del 6.75, aumentando la sangría hasta superar la centena a falta de cuatro minutos (80-100). El resto del partido fue una continua espera hasta el final. Nadie terminó de arriesgar, en vista de que eran los últimos minutos de la temporada, y el partido acabó muriendo con 89-104 en el luminoso del Príncipe Felipe. El Andorra ganó a Granada 74-84, por lo que, a falta de conocer el partido entre Valencia y Breogán de las 21:00 horas, el Casademont como máximo será duodécimo, y si ganan los gallegos, decimoterceros.
Ficha de partido entre Casademont y Real Madrid:
CASADEMONT ZARAGOZA (89): Bell-Haynes (15), Yusta (18), Dubljevic (3), Sulejmanovic (20), Spissu (6) -quinteto inicial- Slaughter (-), González (-), Mencía (6), Watson (14), Traoré (2) y Muñoz (-).
REAL MADRID (104): Campazzo (2), Tavares (7), Ndiaye (11), Abalde (13), Hezonja (23) -quinteto inicial-, Rathan-Mayes (5), Feliz (13), González (14), Garuba (6), Fernando (9) y Llull (1).
PARCIALES: 23-28 / 17-32 / 28-20 / 21-24.
ÁRBITROS: Juan Carlos García, Juan de Dios e Igor Esteve.
ELIMINADOS: No hubo.
INCIDENCIA: Jornada 34 de la ACB disputada en el Príncipe Felipe (Zaragoza) ante 6.298 espectadores.