ZARAGOZA | Son los tiempos del running, el boulder y el spinning. Ni en la peor pesadilla de los Nikis, desde luego. Vacas flacas para los ‘sports’ como las birlas, el lanzamiento de barra o la rana, a la que tendremos que llamar ranning para probar suerte en este mundo tan ‘trendy’.
Aunque todavía es pronto para perder la esperanza. En medio de la vorágine mainstream, unos pocos vanguardistas de lo aragonés barren “ta la suya casa” para sacar del olvido a los juegos y deportes tradicionales. Todo un alivio, por cierto, ante la posibilidad de anglicanizar juegos como las tabas o el lanzamiento de albarca.
Pero, ¿quiénes son estos vanguardistas? Hablamos de la Federación Aragonesa de Deportes Tradicionales (FADT), una entidad que lleva más de 40 años trabajando en la defensa y divulgación de estos juegos, así como en la organización de competiciones y exhibiciones que los han mantenido vivos en las fiestas patronales, semanas culturales y colegios. Y es que, uno de los los objetivos de la federación es dar a conocer a los infantes estos juegos centenarios, que son el reflejo de los orígenes de esta tierra.
Retrocedamos en el tiempo. Más concretamente, al Aragón de finales del siglo XIX y su economía agroganadera. Porque es ahí, entre los enseres utilizados para el trabajo, donde nacen los juegos tradicionales, que dieron un sentido lúdico a esas herramientas.
Desde entonces, su número de adeptos ha ido fluctuando con el devenir de la historia y sus circunstancias, siempre ligados al sentir aragonés y la defensa de lo propio. En la década de los 70 se empezaron a celebrar concursos locales como los Juegos Altoaragoneses de Barbastro, que serían el germen de los trofeos de San Vicente, San Jorge y San Lorenzo de tiro de barra, los cuales siguen presentes hoy en día.
Esta disciplina es la reina de los deportes tradicionales aragoneses. Como tantas otras, también nació de la labor en el campo. Sus primeros jugadores lo llamaron tiro de reja, puesto que de ahí se extraían las barras de metal que luego iban a lanzar. En las Fiestas del Pilar de 1931 el deporte dio un giro urbano con su Primer Campeonato de Aragón, y en 1962 se coló en la televisión de todos los españoles como disciplina de las Olimpiadas Culturales de Barcelona de 1992. Sin embargo, su consolidación ha sido posible gracias a su integración en la Federación Regional de Atletismo. El segundo en el podio de los deportes tradicionales aragoneses es el tiro de bola, que consiste en el lanzamiento de una bola de acero por un camino de tierra y alcanzar su meta en el menor número de tiros.
Todos buscan su espacio en un mundo más globalizado y cada vez más tecnológico.