Ahí donde la presencia del ser humano no ha llegado de manera directa, donde la naturaleza campa a sus anchas con la libertad para poder “crear” escenarios únicos… Ahí, podemos encontrar lugares únicos en el mundo como del que hablaremos hoy: el Arco de Piedrafita (1.921 metros). Una ruta sencilla de 700 metros de desnivel apta para toda la familia.
La senda comienza desde Piedrafita de Jaca, un pueblo del Valle de Tena situado a 1.241 metros de altitud. El inicio atraviesa el Bosque de Betato, donde se encuentra el parque faunística de Lacuniacha y donde, según cuentan, se celebraban rituales de brujería en el siglo XVII. Un lugar mágico y bien indicado que lleva hasta el sendero por el Barranco de Boj. Durante este tramo hay que estar atento debido a que, si baja bastante agua, hay que elegir bien dónde pisar.
Una vez subido el barranco, descubriremos un lugar único coronado con el Ibón de Piedrafita a la falda de Peña Telera. Sin embargo, no es momento para darse un baño, ya habrá tiempo a la vuelta, todavía queda conquistar el Arco. La excursión continuará por el lado izquierda del ibón. Después de kilómetro y medio recorrido, observaremos una bifurcación bien señalada.
Comienza la parte más compleja de la ruta, 0,6 kilómetros en una constante pendiente pronunciada con piedra suelta. ¡A dejar el resto! Merecerá la pena, pues en un abrir y cerrar de ojos, estarás ante el Arco de Piedrafita, al que se puede subir para poder disfrutar de unas vistas únicas del Valle de Tena. Nunca sabremos si en verdad hubo brujería por el Betato, pero es cierto que el lugar transmite una magia muy especial.