«Creo que hemos vuelto a ser superiores al Albacete, con 6-7 ocasiones muy claras, un arbitraje cuanto menos polémico y discutible. Tenemos que seguir trabajando, tenemos que seguir mejorando. Evidentemente estamos viendo que no nos da para ganar, aunque muchas veces somos superiores al rival», ha resumido el técnico zaragocista.
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Arbitraje polémico y condicionante
Gabi Fernández no ha escondido su malestar por la actuación arbitral. «Una decisión del VAR tarda ocho minutos en resolverse y cuando te enseñan las imágenes tampoco te lo demuestran. A mí me da cosas que pensar, y más cuando viene del VAR, que el año pasado creo que ya perjudicó bastante», ha señalado. El entrenador también ha lamentado la acción del penalti: «Si no es mano, deja a un jugador del Zaragoza delante del portero. El árbitro lo ha visto muy claro, pero luego, cuando el VAR te llama para que lo revises, te condiciona».
En cuanto a nombres propios, ha valorado el papel de Francho Serrano, reconvertido al lateral: «Ha hecho un gran partido otra vez. Dos de las ocasiones más claras han llegado por su parte. Era el plan que teníamos». Ha señalado que Raúl Guti arrastraba una molestia en la rodilla y por eso no ha querido forzarlo. Sobre Kenan Kodro, ha indicado que se le ha hecho largo el partido al no haber realizado pretemporada, algo que también ha reconocido en los casos de Paul Akouokou y Valeri, todavía necesitados de más ritmo de competición.
El vestuario, ha admitido Gabi, ha terminado tocado: «Lo veo jodido. Los chicos están sufriendo. Trabajan con muchísima ilusión cada día, pero necesitamos ganar cuanto antes. Sería una liberación, porque parece que te quitas una losa de encima».
Mirando al futuro inmediato, con dos salidas a Ceuta y Vitoria, Gabi ha asegurado que intenta blindar al grupo de la ansiedad: «Estoy intentando que esa presión no llegue a los jugadores. Prefiero quedármela toda para mí, que ellos se dediquen a jugar».
Sobre el Albacete, ha concluido que no le ha sorprendido, «hemos visto lo que esperábamos, sabíamos cómo nos iban a apretar y cuáles eran sus puntos fuertes».
