Jaca ha dado los primeros pasos para recuperar la costumbre de escalar por alguna de sus paredes. La primera edición del Open Street Boulder Ciudad de Jaca ha contado con 60 inscritos. Ver a los escaladores progresar por distintas paredes o moverse por estructuras urbanas ha sorprendido a más de un viandante. El éxito de la convocatoria y el buen ambiente han sembrado el optimismo para una segunda edición.
Ha sido una quedada urbana, pero también una competición. Héctor Praderas y Edurne García se han llevado los puestos de honor de esta competición organizada por el Club de Escaladores del Pirineo. El urban climbing consiste en llevar el deporte de la escalada al entorno urbano y a estructuras que se encuentran dentro de la ciudad. En la escalada no se utilizan los medios de protección tradicionales como mosquetones, cuerdas o seguros fijos. Sí que se utilizan colchonetas para amortiguar las caídas.
La organización estableció un circuito en cuatro zonas de escalada: el muro de la gasolinera –referencia en el final de la década de los 80 y en los 90-, el casco histórico; la pista de hielo, el pabellón Olimpia y la avenida Oroel. Los escaladores han tenido que realizar el máximo número de bloques posibles dentro del horario establecido por la organización y la conexión entre las áreas se ha hecho, bien andando, o en bicicleta.
Si Jaca ha iniciado el trabajo para consolidar esta actividad, otra localidad aragonesa como Artieda no es ajena a ello y el club Montañeras Adebán prepara para finales de este mes otra quedada con el mismo objetivo.