Después de escuchar las reflexiones y opiniones de muchos conocidos acerca del tema que suscita gran controversia esta semana, Míchel y su continuidad en el Huesca, dispongo a expresar mi humilde opinión mientras degusto un amargo café. Un mismo sabor que se me queda tras los partidos de la SD Huesca, que dirige el tempo de los partidos, pero no encuentra el día perfecto para citarse con su amante, la victoria.
Todos creo que coincidimos en una cosa, la suerte está esquivando a los oscenses en más de un partido. Es verdad, pero no todo se basa en la suerte.
A lo que voy. El trabajo táctico del equipo con balón es exquisito. En la mayoría de los partidos hasta la fecha, los azulgranas dominan en fase de creación. Eso es el principal trabajo de entrenador. El error en ataque se produce en la fase de finalización, en ocasiones por centímetros. Eso es falta de calidad en sus jugadores, que no dudo en que técnicamente sean privilegiados, pero quizás el momento de forma de sus atacantes que tendrían que resolver partidos, no les llega en este momento al nivel que requiere una Primera División cada vez más competitiva.
También creo que la plantilla de este Huesca necesita mostrar otros registros en los partidos que se le atascan, pero entonces ya no hablaríamos de una plantilla que lucha por evitar el descenso, sino que aspira a cotas más altas.
En fase defensiva es donde veo el mayor de los problemas. A veces por fallos en los repliegues, otras por no producirse las coberturas con la velocidad necesaria, por falta de concentración en las permutas u otras veces por errores individuales. Todo esto está condenado al Huesca en una categoría donde es muy difícil darle la vuelta al marcador. Dos porterías a cero en nueve partidos, y sólo un partido en el que los oscenses han marcado el primer gol del partido.
Déjenle trabajar, los resultados llegarán
Todo esto es opinión desde la distancia, viendo solo los partidos y sin ver los entrenamientos, que para mi es la parte donde de verdad se debe evaluar el trabajo de un entrenador. Aunque los resultados son los que te mantienen en el cargo. De momento, margen de maniobra. Mucho ruido y sólo a un punto de la salvación.
Desde Madrid, que por cierto le quieren mucho, dejen trabajar a Míchel en Huesca porque los resultados van a llegar pronto, déjenle, de verdad. Si no, ley del fútbol, un revulsivo que cambie la dinámica y el ánimo a los jugadores oscenses. Pero que sea continuista, con la idea que promueve Míchel. Porque la plantilla del Huesca está diseñada para una cosa, el fútbol control.