Tan solo 48 horas ha durado la Superliga. Dos días frenéticos para el mundo del fútbol que ha reunido, de manera prácticamente unánime, a toda la afición independientemente de los colores de su camiseta. Jugadores y entrenadores también han jugado un papel clave para que, definitivamente, la Superliga decida dar marcha atrás.
La última palabra la tuvo Florentino, quien realizó una reunión de emergencia con los doce clubes fundadores ayer por la noche. La salida de las tres entidades inglesas había puesto patas arriba el proyecto que comenzaba a tener serias dudas sobre su futuro. Al final, un comunicado de esta nueva organización ha confirmado su paralización.
“La Superliga europea está convencida de que el actual status quo del fútbol europeo necesita un cambio. Proponemos una nueva competición europea porque el sistema existente no funciona. Nuestra propuesta estaba dirigida a permitir al deporte evolucionar mientras se generan recursos y estabilidad para la completa pirámide del fútbol, incluido ayudar a sobreponerse a las dificultades económicas experimentadas por toda la comunidad del fútbol por la situación de pandemia. También proveería pagos de solidaridad a todos los actores del fútbol.
A pesar del anuncio de salida de los clubes ingleses, forzados a tomar decisiones por las presiones a las que han sido sometidos, estamos convencidos de que nuestra propuesta está alineada con la ley y regulaciones europeas; ha quedado demostrado hoy por la decisión de la corte para proteger a la Superliga de acciones de terceros.
Dadas las actuales circunstancias, reconsideraremos cuáles son los más apropiados pasos para reconfigurar el proyecto; siempre teniendo en mente nuestros objetivos de ofrecer a los aficionados la mejor experiencia posible mientras se mejoran los mecanismos de solidaridad con toda la comunidad del fútbol”.
¿Qué futuro depara a la Superliga?
En definitiva, la Superliga se frena por completo pero en ningún momento se habla sobre su total suspensión. Florentino y Agnelli continúan firmes ante este proyecto y, de hecho, el presidente de la Juventus ha dejado claro su apoyo. “El proyecto de la Superliga tiene un 100% de posibilidades de éxito. Seguimos adelante“, ha afirmado.
Ahora, la pelota está en el tejado de la UEFA que tendrá que sentarse con los clubes fundadores para renegociar. En primer lugar, hablar sobre la vuelta de estos clubes a organismos como la ECA (Asociación de Clubes Europeos) después de que estos se salieran. En segundo lugar, una revisión a la reforma de la Champions League que contente, todavía más, a estos clubes.