ZARAGOZA | El Casademont Zaragoza cae ante Maroussi a domicilio (104-95) tras un partido en el que siempre fue por detrás y en el que la mala defensa condenó al equipo dirigido por Fisac, que no supo cómo repeler los ataques de un cuadro griego que anotó de forma muy fácil y que fue mejor durante todo el encuentro. En ataque, el cuadro zaragozano estuvo acertado, pero sus rivales más, y terminaron sucumbiendo ante un cuadro griego ante el que tendrán que endosar 9 puntos a la vuelta, en el Príncipe Felipe, para recuperar el ‘average’.
Por parte de los locales, brillaron Elvar Fridriksson con 27 créditos de valoración (15 pts, 6 rebotes y 8 asistencias en 27 minutos) y Lefteris Mantzoukas con 26 créditos tras 18 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias en 34 minutos. No obstante, el máximo anotador fue un imparable Marcus Keene con hasta 23 puntos. En los locales, los mejores fueron Trae Bell-Haynes con 20 créditos tras un doble-doble con 19 puntos y 10 asistencias en 27 minutos y Jilson Bango con otros tantos créditos tras 14 puntos y 9 rebotes.
Fotis Takianos apostó por salir con Reynolds, Keene, Langevine, Mantzoukas y Nikolaidis. Porfi Fisac, por su parte, sacó como quinteto inicial a Bell-Haynes, Slaughter, González, Mencía y Bango.
El duelo empezó con un Maroussi lanzado al ataque y sin muchas dudas sobre la pista. Rápidamente, Keene de dos y Mantzoukas dejaban claro que el duelo no sería sencillo y que en esta segunda fase las desconexiones serían penalizadas con dureza (5-0). Pero aquí, como las dan las toman y, el Casademont recuperaba la ventaja, y de qué forma, rápidamente vía Bell-Haynes, Slaughter y González que en menos de 4 minutos devolvían la ventaja para los rojillos (5-11).
Ante el gran caudal de puntos visitante, Fotis Takianos pedía tiempo muerto, el cual tenía el efecto deseado porque, en menos de minuto y medio los griegos volvían a empatar el partido con un parcial de 6-0 (11-11). Ahora era Fisac el que paraba el choque y tras el mismo Trae Bell-Haynes demostraba lo imprescindible que es en el equipo con un triple, unido a dos libres que le colocaban como máximo artillero del cuadro zaragozano con 9 puntos a falta de cuatro minutos para el final (13-16).
El partido era una montaña rusa constante y el Maroussi no se iba a dejar dominar fácilmente en su cancha. Así, los griegos hicieron entrar al encuentro en una fase de intercambio de choques de la que salió beneficiado. Y es que, a pesar de que el Casademont había logrado anular a Cameron Reynolds, la máxima amenaza local, Keene y Mantzoukas estaban campando a sus anchas unidos a unos Nikolaidis y Langevine, que recuperaban el partido para los intereses locales dejando el primer cuarto en 26-24.
El segundo cuarto no arrancaba de la mejor forma posible porque Mantzoukas dejaba claro que lo suyo no era casualidad y anotaba otro triple nada más comenzar el duelo. El Casademont necesitaba mejorar en defensa, porque en ataque estaba golpeando. De hecho, tras un par de buenas defensas, los de Fisac recuperaron la ventaja gracias a un efectivo Yusta desde el libre, un gran Sulejmanovic con un triple y un acertado Jaime Fernández que devolvía el empate al luminoso (31-31).
Para el fastidio rojillo, la alegría duró poco, porque entre Tanoulis, Fridriksson y Keene, de triple, devolvían la ventaja hacia el lado de los locales, poniendo el partido 38-31 y obligando a Fisac a parar un duelo en el que habían recibido hasta 12 puntos en 4 minutos. Tras la pausa, llegó la máxima del partido a favor de Maroussi con hasta 7 puntos en poco más de un minuto y se presentaban dos opciones: luchar o morir (45-33).
El Casademont eligió luchar y mantenerse de pie. Los de Fisac se remangaron y decidieron recuperar el partido. Primero fue Jaime Fernández quien con un tiro de dos y uno de tres empezó a rescatar la renta. Posteriormente, el papel protagonista lo asumió un Yusta que se encuentra en su mejor momento de forma, anotando dos libres y un triple que prácticamente hacía volver a empezar el duelo, poniéndose a 6 a falta de dos minutos y medio (49-43). La sensación era que se había salvado un momento importante y en los últimos compases el encuentro rebajó las pulsaciones. Slaughter anotó un buen triple y poco más ocurrió en un segundo cuarto que se cerró 54-48.
Resurgiendo en el tercer cuarto
El paso por vestuarios sentó mejor a los locales que rápidamente volvieron a ponerse claramente con delante vía un triple de Mantzoukas, que seguía haciendo una sangría, y gracias a un Nikolaidis que era un dolor de muelas (60-71). El Casademont quería reducir la ventaja cuanto antes, pero el Maroussi tenía muy claro sus opciones en ataque y seguía castigando con un Mantzoukas que llevaba 16 puntos a falta de siete minutos para acabar el cuarto (64-54). Para mayor inri, Cameron Reynolds, el máximo anotador del cuadro griego, apareció con un triple, unido a otro de Keene, que hacía un trecho en el marcador (70-57).
La necesidad de mejorar en defensa e imprimir más intensidad cuanto antes era imperativa, porque 70 puntos en 24 minutos no eran una buena señal. Sin embargo, no fue desde atrás desde dónde se creció, sino que desde las zonas ofensivas. Y es que Slaughter fue un auténtico ciclón en el exterior y, primero con triple, acompañado de dos canastas consecutivas, redujo el trecho prácticamente él solo a 74-71 a falta de dos minutos. En los últimos segundos, el Maroussi golpeó con dos canastas, pero Yusta ejerció como capitán con un triple importantísimo que cerró el tercer cuarto 78-74. Una vez más, el Casademont seguía con vida y todo se la jugaría a los últimos diez.
Poco tuvo que ver cómo acabó el Casademont el tercer cuarto con la manera en la que empezó el último. Solamente Sulejmanovic logró anotar dos puntos en dos minutos y medio que se hicieron eternos para el cuadro de Fisac, que sucumbía ante un Reynolds que hacía hasta siete puntos de suma calidad (85-76). Fisac paró el partido, porque el castigó prosiguió y con más dureza. El Maroussi azotó al Casademont con todo y con un excelso Fridriksson que hizo dos triples consecutivas y ponía la renta en +14 a favor de los locales (93-79). Tras esto, el Casademont entró en una fase de pánico en la que se precipitó buscando excesivamente el triple, que no encontraba.
A falta de dos minutos, la peor de las noticias estaba por confirmarse, porque a pesar de que Bell-Haynes limara asperezas con un el triple y Bango en la pintura, Fridriksson mató el encuentro con un triple, unido a un 2+1 de Marcus Keene que hacía llegar al Maroussi al centenar de puntos (101-88). La mala defensa, que recordaba a la del día de Coruña, condenaron al conjunto rojillo, que acabó cayendo por 104-95.
Ficha de partido
MAROUSSI BC (104): Reynolds (18), Keene (23), Langevine (14), Mantzoukas (18), Nikolaidis (5) -quinteto inicial-, Karakostas (-), Stasinos (-), Fridriksson (15), Raduljica (-), Iordanou (-), Giannopoulos (5).
CASADEMONT ZARAGOZA (95): Bell-Haynes (19), Slaughter (16), González (3), Mencía (9), Bango (14) -quinteto inicial-, Spissu (3), Yusta (15), Rodríguez (-), Sulejmanovic (8), Fernández (8) y Moreno (-).
PARCIALES: 26-24 / 29-24 / 23-26 / 26-21.
ÁRBITROS: Proc, Manheim, Prpa.
ELIMINADOS: No hubo.
INCIDENCIA: Segunda partido de la segunda fase de la FIBA Europe Cup disputado en Maroussi Saint Thomas Indoor Hall.