ZARAGOZA | A las puertas del cierre de temporada y con el Real Madrid como colofón en el Príncipe Felipe, el alero Miguel González repasa un curso marcado por la irregularidad colectiva y su propia consolidación como pieza clave en la rotación. Renovado hasta 2027, el vallisoletano analiza en esta entrevista con este medio su evolución personal, los altibajos del equipo, el impacto del cambio en el banquillo, las aspiraciones europeas, el peso de jugar en casa y su visión del proyecto a medio plazo.
PREGUNTA: ¿Cómo se encuentra actualmente, tanto en el aspecto deportivo como en el plano más personal o psicológico?
RESPUESTA: A final de temporada las piernas pesan y la cabeza no es lo que era en agosto, pero hay que intentar acabar de la mejor manera posible. Yo personalmente me encuentro bien, creo que estoy en mi mejor momento y queda un partido contra el Real Madrid, que va primero en la clasificación, un equipo muy difícil de ganar, pero jugamos en casa, en el Príncipe Felipe, así que hay que darlo todo para acabar con ese buen sabor de boca delante de nuestra afición.
Empecemos por lo más inmediato: último partido de Liga y ya se asoma el verano. ¿Cómo están viviendo desde dentro, desde el vestuario, esta semana previa al enfrentamiento contra un coloso como el Real Madrid?
La planteas parecido al resto de semanas, no deja de ser un partido más. Sí que es cierto que el Real Madrid, por nombre, por historia, es un equipo que te enfrentas a él, y puede ser diferente a las demás, pero no deja de ser un partido más, un partido en casa. Ellos no se juegan nada, porque ya tienen la primera plaza asegurada, y nosotros nos jugamos la competición europea del año que viene. Hay que intentar acabar bien el año, competir bien, y si es posible ganar el partido, mejor.
De hecho, llegan tras haber ganado 21 partidos consecutivos en ACB, es decir, toda la segunda vuelta. No será un reto sencillo, pero ya saben lo que es vencer en casa a rivales como Joventut, Unicaja o incluso el Barça. ¿Esa experiencia les da confianza para pensar que también pueden competir este domingo, incluso ante un adversario de semejante calibre?
Sí, creo que tanto Madrid como Zaragoza igual no han conseguido sus objetivos. Ellos todavía tienen el playoff, pero en Euroliga igual apostaban a acabar un poco más tarde. Y nosotros hemos batido a grandes equipos en casa, sí que es cierto que fue más a principio de temporada que estábamos jugando mejor. Ahora nos cuesta un poco más y desde que está Rodrigo intentamos cambiar algunas cosas que parecen que poco a poco van surgiendo efectos, pero queda un partido y no tenemos tiempo para trabajar en todo lo que quisiéramos.
Aunque todavía queda un partido, ¿qué valoración general haría de la temporada a nivel colectivo?
Yo te diría que ha sido mejorable. Pienso que ha habido momentos muy buenos, sobre todo los primeros meses, encontrábamos las maneras de competir muy bien y, sobre todo en casa, lográbamos ganar a rivales a priori con más presupuesto que el nuestro o que deberían estar más arriba que nosotros. Sí que es verdad que la baja de Bango, que se fue en febrero, nos hizo daño, pero hay que saber reponerse. Sin embargo, a partir de ahí pegamos un bajón, nos costaba mucho más, entramos en un bucle donde cada derrota nos pesaba el doble y era difícil salir de ahí. Nos ha costado terminar la temporada. En general, si tuviera que poner una nota del 0 al 10 te diría que un 5 o un 6, un suficiente. Opino que han habido momentos muy buenos, en los que la gente ha disfrutado, y también han habido momentos malos.

El equipo ha tenido que afrontar lesiones importantes —Dubljevic, Mencía, Jaime en un gran momento de forma, Dimsa y Spissu—, además de salidas como la de Bango. ¿Hasta qué punto han condicionado todos estos factores el rendimiento colectivo? ¿Cómo valora los movimientos en la plantilla, tanto fichajes como salidas?
A ver, tú cuando empiezas una temporada tienes que estar preparado para todo este tipo de contratiempos, al final las lesiones son parte del día del deportista, nosotros hemos tenido contratiempos y hemos intentado reponernos a ellos. Hablabas de la lesión de Dubi, durante este momento, creo que el equipo gana 4 partidos. Teníamos herramientas para incluso salir de cuando todo parecía una situación mala. Dubi estaba jugando muy bien y era uno de nuestros líderes, se lesionó y fuimos capaces de reconducir el camino del equipo y hacerlo bien. Y como has dicho, más problemas, Mencía, Dimsa estos últimos meses, Spissu con la espalda… son cosas que pasan. Si nos ponemos a mirar equipo a equipo, seguro que todos han tenido cosas y unos se han repuesto mejor que otros, nosotros lo hemos intentado hacer lo mejor posible y hemos llegado hasta aquí.
Tampoco ha sido un año fácil en cuanto al banquillo. Tras una etapa muy prolongada con Porfirio Fisac, llegó el relevo con Rodrigo San Miguel. ¿Cómo vivieron desde dentro ese cambio? ¿Considera que fue una decisión necesaria?
Nunca es agradable cambiar de entrenador. Lo que quiere también el jugador es estabilidad, que las cosas vayan bien durante la temporada y se sabe que en los equipos cuando las cosas van mal el primer señalado suele ser el entrenador y en este caso ha sido así. Fue un cambio que ha sido hace un mes, Rodrigo se puso al mando, que no tiene experiencia como primer entrenador, pero sabe de baloncesto. Él nos intentó cambiar unos pequeños detalles, pero ya te digo, en un mes es complicado cambiar la dinámica del equipo. Yo creo que lo está haciendo bien, lo está intentando y le va a servir para un futuro, cuando quiera o pueda ser el primer entrenador.
¿A usted le gustaría que continuara el próximo curso?
Sí, Rodrigo es un exjugador. Y eso ayuda mucho al jugador a la hora de transmitir mensajes, de cómo ve el baloncesto él, cómo lo ve el propio jugador. Rodrigo ha estado metido ahí dentro, sabe cómo pensamos, cómo vemos las cosas y para nosotros es bastante más fácil trabajar así. Respecto al año que viene, yo estoy bien con él y creo que el grupo también, pero eso no es decisión mía. Lo que haga el club será buena decisión y los que nos quedemos el año que viene estaremos a tope con el entrenador que esté al mando.
De hecho, usted ha renovado su contrato hasta 2027, lo cual refleja una gran confianza bidireccional entre usted y el club. ¿Cómo ve al equipo a medio plazo? ¿Cree que se están sentando unas bases sólidas para aspirar a cotas más altas?
Sí, yo renové el año pasado, a finales de temporada hasta 2027 y hay muchos jugadores con contratos y eso es importante, sobre todo para crear una base de jugadores, crear un proyecto a largo plazo. En mi opinión, una ciudad como Zaragoza tiene que tener un equipo al más alto nivel, ACB es el más alto nivel, pero dentro de ahí pues intentar crecer cada año, ser mejor y ya no solo en España, sino en Europa, que también jugaremos competición europea. La idea es llevar el nombre de Zaragoza por todo lo alto.

¿Cree que la plantilla tenía potencial para aspirar a algo más que el undécimo o decimotercer puesto? ¿Se planteaban como posible objetivo entrar entre los ocho primeros?
Sí, el objetivo de la Copa lo tuvimos prácticamente una jugada contra Manresa. Se nos escapó al final. Fue una pena porque hubiese estado muy bien jugar la Copa del Rey, sobre todo para la afición, darles ese premio. ¿Si había equipo para más? Opino que sí que podíamos haber hecho algo más, pero si vamos a mirar la clasificación, conjuntos como UCAM Murcia, que el año pasado fue finalista, que han mantenido prácticamente todos los jugadores, este año no entra en playoff. Baskonia, que es Euroliga, ha sufrido para entrar. Manresa, que ha hecho un gran año, pues al final se ha quedado a las puertas. Hay mucho nivel en la ACB, muchos equipos que apuestan para estar arriba, otros equipos que dan la sorpresa. Es complicado estar entre los de arriba, pero si tanto el club como los jugadores seguimos creciendo el objetivo estará más cerca cada año.
Han sido sólidos en casa, con 10 triunfos, pero fuera de ella solo lograron 3 victorias en 17 salidas. ¿A qué atribuye esta diferencia de rendimiento tan marcada?
Nos ha costado, pero hemos tenido muchos partidos que se nos han escapado por la mínima. Incluso los hemos tirado a nosotros. Partidos como el del Barça, que fuimos prácticamente todo el partido ganando, lo perdimos al final o en Gran Canaria, que también competimos, Tenerife… son los que primero se me ocurren, pero seguro que hay unos cuantos más. Y luego el factor del Príncipe Felipe. Pienso que el hecho de jugar en casa con nuestra afición nos ha ayudado para ganar ciertos partidos que teníamos muy complicados, sobre todo a principio de temporada. Ese plus que nos da la gente, al final al jugador le hace dar ese extra, que igual fuera de casa cuesta un poco más. Eso siempre va a ser así, el hecho de que cuando juegas en casa vas a ganar más partidos, pero podríamos haber ganado más fuera de casa.
¿Qué aspectos cree que ha mejorado el equipo desde la llegada de Rodrigo San Miguel?
Cuando hay un entrenador diferente, tiende a cambiar ciertas cosas que te hacen cambiar un poco la dinámica. Creo que sí que hemos mejorado en ciertos aspectos, porque además, después de los partidos, vemos en vídeo qué hemos hecho bien y qué mal. Eso al jugador le ayuda para verse y poder mejorar. Poco a poco sí que hemos ido haciendo cosas mejor, pero sí que es verdad que partimos de la base que teníamos con Porfi, todas las jugadas que teníamos con él se han mantenido prácticamente. En un mes no da tiempo a cambiar lo que Rodrigo hubiese querido, pero sí que ciertos detalles que teníamos que pulir lo hemos hecho y opino que los hemos mejorado.
Hablando ya del panorama europeo: el objetivo, si no me equivoco, es quedar undécimos y tratar de aspirar a algo más que una plaza en la FIBA Europe Cup, ¿es así?
Sí, quedar lo más arriba posible, que eso te da más papeletas para poder participar en una competición mejor. Con esto de que hay equipos que se quieren pasar de Eurocup o a Champions o etc., que está siendo un lío bastante gordo. Sinceramente no sé si quedando en la posición número 11 podríamos acceder… No tengo certeza, porque eso se decidirá en los próximos meses. Lo que depende de nosotros es intentar ganar el partido y quedar lo más arriba posible. Entonces eso es lo que vamos a intentar. Una competición u otra, eso ya se decidirá en los despachos. Otros años si quedabas undécimo accedías a Champions, pero ahora hay tanta gente que quiere jugar Champions e igual no hay plazas… No sé sinceramente cómo quedará todo al final.
En lo referente a su progresión individual: ¿cómo ha vivido este segundo año en el Casademont Zaragoza?
Quizá el año pasado me mantuve mucho en ese rol de intentar poner energía, defensivamente sobre todo, y luego ya en ataque, limitarme un poco más a lo que me llegaba, esos tiros abiertos, pasando un poco desapercibido. Este año creo que estoy dando pasitos hacia adelante en el tema ofensivo. También en el tema defensivo, donde intento involucrarme bastante e incluso hacer más cosas. Me ha costado durante toda mi carrera ir progresando, pero poco a poco parece que se van viendo esos frutos del trabajo y espero terminar bien este partido ante el Real Madrid y la temporada que viene seguir este proceso de mejora.
Entonces, usted mismo se me ve mejor que al principio de temporada, ¿no?
Sí, sí que lo estoy notando, y también la gente lo nota, me hablan al terminar los partidos, me agradecen el esfuerzo y todo lo que estoy haciendo, y eso para un jugador es gratificante. Quiero intentar seguir en esta línea y dar otro pasito más el año que viene y ser un poco más referente del equipo en lo que pueda y yo estoy contento con mi progresión y con el trabajo que estoy poniendo.

Es el sexto jugador con más minutos de media disputados esta temporada. ¿Siente que se ha consolidado como una pieza relevante dentro del equipo? ¿Cree que ha pasado de ocupar un rol de rotación a ser alguien más fundamental?
Pienso que una de mis virtudes es que puedo ocupar varias posiciones en la pista, puedo defender gente grande, gente más pequeña que yo, entonces, eso creo que para los entrenadores es una gran ventaja. Hoy en día cada vez hay más jugadores de este tipo que te ocupan más posiciones en el campo y es una facilidad para los entrenadores. Te pueden poner en posiciones que igual tienen un poco menos cubiertas y echas un cable ahí y eso te da más minutos porque no te posicionas solo en tu posición de juego, sino que puedes abrir más el abanico de opciones.
Ha sido el jugador con mejor porcentaje en triples entre los que lanzan con frecuencia: un 43,2 % de acierto. ¿Se debe a un trabajo específico realizado este año o lo atribuye más a un talento natural que ha aflorado este curso?
Yo creo que es una mezcla de ambas. Tanto el trabajo diario de hacer muchos tiros, después del entrenamiento, o yendo horas extras a entrenar, es una mezcla de eso, y también un poco de la confianza que tenga, del momento personal que esté viviendo. Ahora estoy jugando mi mejor baloncesto de esta temporada y pienso que se está notando en ese nivel de confianza. Lo importante de esto es que no se quede ahí e intentar que no haya mucho altibajo y que cada año sea un poco mejor.
El decirse a un mismo: “voy a por más”
Claro, la media no deja de ser eso, una media. Tienes días que no fallas ninguno y estás por encima de ello, y otros días que al revés, que no te entran ni en una piscina. Tienes que intentar que esos días malos sean menos y que los buenos sean más.
Pocas pérdidas (0,7 por partido), buenos porcentajes, defensa sólida (3,5 rebotes)… ¿Considera que su perfil encaja en lo que se suele denominar “jugador de equipo”?
Sí, es una cosa que estoy mejorando poco a poco, pero que cuesta. Yo tengo esa mentalidad de equipo que opino que es la adecuada, pero hay veces que hay que salirte un poco de eso y mirar un poco por ti, porque también mirando por ti puedes hacer bien para el equipo.
