La Vuelta Internacional al Besaya (Cantabria) es la cita más dura del calendario nacional júnior en España. El Turismo Villanúa-Cava Gran Ducay acabó décimo por equipos y Pablo Ara se fracturó la clavícula.
La Vuelta Internacional al Besaya es la más dura del calendario nacional júnior y su 32 edición volvió a ponerlo de manifiesto para el equipo altoaragonés del Turismo Villanúa-Cava Gran Ducay. Pablo Ara sufrió una dura caída durante un descenso con el resultado de fractura de clavícula. El equipo lo conformaron Pau Miquel, Pablo Ara, Pablo Castrillo, José González, Genis Escoté, Rubén Astals y Pol Monserrate.
La carrera que transita por un bello paraje de Cantabria de singular belleza muta en dureza para los corredores debido a cuatro etapas exigentes. Si ya se sabe que cualquier vuelta es el ciclista quien la hace más dura aún, en el caso de la Besaya algunos equipos concurren con corredores cedidos por otros equipos con lo que se incrementa la exigencia. La segunda etapa transitó entre la localidad de Villacarriedo y final en el alto de Bostronizo y pasando por los de San Martín e Hijas por una vertiente distinta a la del día anterior. En total, 76,1 kilómetros. La tercera etapa transcurrió entre Santander y el embalse de Alsa. También y como todas las anteriores con final inédito pasando por el alto de Castillo Pedroso para completar los 75,1 kilómetros.
Estas tres etapas fueron el paso previa a la más exigente de la carrera, los 101,5 kilómetros con los altos de Hijas, los durísimos Brenes y Cieza para terminar donde empezó esta edición, en Los Corrales de Buelna. Teniendo en cuenta la dureza de los recorridos, los resultados fueron lo menos importante. Aún así, Pablo Castrillo quedó en el puesto 13º y Pau Miquel el 17º. También Pablo Castrillo hizo en la general de 1º año el puesto 4º. Por equipos se obtuvo una discreta décima posición.