Las vacaciones todavía pesaba en la plantilla oscense y los donostiarras, más enchufados desde el inicio, firmaron el 2-0 en apenas 10 minutos tras un despiste defensivo y un golazo de Januzaj. Otra falta de concentración en el marcaje entregó el 3-0 a Carlos Fernández en el minuto 33.
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Por fortuna para Ambriz, Ferreiro y Escriche ayudaron a que el partido no muriera antes del descanso. El valenciano remató a placer tras un buen pase de la muerte del ‘7’ azulgrana, todo un golpe anímico para el equipo que comenzó a tomar las riendas del partido. Con unas mejores sensaciones respecto a cómo había comenzado el encuentro, el colegiado señaló el descanso. Ambriz, pensativo, se retiraba al vestuario; no estaba siendo el debut soñado.
Experimentos
En la segunda parte, el técnico mexicano decidió hacer un relevo casi completo del once titular. Salvo Andrés Fernández, los diez jugadores restantes salieron del terreno de juego para dar entrada a otros diez, mayoritariamente canteranos. Además, Enzo Lombardo hacía su debut con el Huesca y Nwakali volvía tras su cesión en el Alcorcón.
La Real Sociedad volvió a hacerse con el control del balón ante una SD Huesca inexperta. El terreno de juego se había convertido en un laboratorio, una oportunidad para Ambriz de analizar lo que tiene en la cantera. Al final, los experimentos no salieron bien. Veteranos como Portu y William José supieron marcar la diferencia y ayudaron a seguir aumentando la goleada txuriurdin.
Le Normand cerró una tarde para olvidar con el sexto tanto. Es el primer partido y muy pronto para juzgar. Nacho Ambriz debe sacar conclusiones y empezar a pulir los fallos, encontrar sus elegidos y saber potenciarlos. Los jugadores, empezar a trabajar duro para hacerse al juego e idea del mexicano. Todavía queda mucho para el arranque de la competición.
