Ya que ante el año nuevo, no hubo vida nueva para la SD Huesca, el arranque de febrero en casa y contra el Mirandés era esa oportunidad perfecta para comenzar con el lavado de cara. Xisco ya mostró los primeros flecos en la rueda de prensa previa y lo dejó claro: «Quiero verles sangre en sus ojos». El equipo tardó en activar el modo depredador pero lo acabó consiguiendo gracias a que Gerard Valentín mostró a sus compañeros el camino.
El equipo volvió a presentar una línea defensiva de cuatro donde Gerard Valentín debutaba con la camiseta azulgrana como titular en el lateral derecho aunque cumpliendo claramente un rol ofensivo. El conjunto de Escobar salió a El Alcoraz con un planteamiento claro: afianzar un bloque defensivo en campo propio y esperar una buena oportunidad a la contra.
Los altoaragoneses se vieron en la obligación de proponer de manera constante, y eso es una exigencia que se atraganta para los de Xisco. Con pocas ideas en el centro del campo, el ex del Lugo se convirtió en la principal baza para sorprender a los mirandeses que se encontraban demasiado cómodos en su área. Escriche tuvo en sus botas el disparo para echar abajo el muro rival pero no logró superar a Lizoain. En los últimos instantes previos al descanso, el propio Valentín forzó un posible penalti pero Rascón Álvarez no lo interpretó como tal. Poca sangre se había visto en la primera parte, pero todavía quedaban 45 minutos para lograr ese cambio de actitud.
Fiesta en El Alcoraz
Y tras las dudas y tras muchas jornadas sufriendo en El Alcoraz, la segunda parte se convirtió en un verdadero festival de goles. El juego se basculó y el protagonismo del balón comenzó a llegar por la banda izquierda donde las cabalgadas de Florian Miguel y los centros más calibrados de Marc Mateu comenzaron a crear una mayor sensación de peligro. De las botas del valenciano llegó el primer gol de la tarde con un centro que encontró la cabeza de Escriche.
El 1-0 descolocó por completo al Mirandés y la SD Huesca se aprovechó de ello. Concretamente lo hizo, quién si no, Gerard Valentín, quien aprovechó una entrega del rival para firmar un debut idílico con la camiseta azulgrana. Con una ventaja considerable en el electrónico, el conjunto altoaragonés sacó a relucir la calidad y creatividad que atesora y que tan poco se ha visto en esta temporada. Y así, los goles fueron cayendo.
Ignasi Miquel vio a la perfección la arrancada de Marc Mateu que entregó el balón con un lazo para que Seoane hiciera el tercero solo ante la portería. Ocho minutos después, Poveda forzó un penalti y él mismo lo transformó para estrenarse también con la camiseta del Huesca y lograr un gol importantísimo en lo personal. A punto estuvo el equipo de Xisco de hacer una manita pero el larguero evitó el segundo de Escriche y el colegiado anuló otro de Poveda por falta.
Y con el 4-0 en el electrónico la SD Huesca volvió a la senda de la victoria. El Alcoraz volvió a rugir, a disfrutar del fútbol y a reactivar un poco esa pequeña pero existente esperanza de que, con los refuerzos invernales, todavía se puede luchar por los playoffs. Febrero será un mes clave y el comienzo no ha podido ser mejor.
Ficha técnica
SD Huesca: Andrés Fernández; Florian Miguel, Pulido (Ignasi Miquel, 51′), Insua, Valentín; Timor, Seoane, Pablo Martínez (Lago Junior, 78′); Marc Mateu (Mosquera, 78′), Joaquín (Poveda, 56′) y Escriche.
Mirandés: R. Lizoain, Onaindia, Arroyo, Jorge Sáenz (Calderón, 76′); Sergio Carreira, Meseguer, Álex López (Riquelme, 65′), García; Brugue (Marqués, 65′), Hassan (Vicente, 76′) y Camello (Tchimbembe, 84′).
Goles: 1-0, Escriche, min. 61. 2-0, Valentín, min. 69. 3-0, Seoane, min. 77. 4-0, Poveda (p.), min. 85.
Árbitro: Rascón Álvarez amonestó a Pulido (17′), Sáenz (59′), Florian Miguel (91′).
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