«No ganar durante tanto tiempo puede suponer un estrés, pero haber perdido tan solo en tres ocasiones es algo muy positivo también. Es clave convertir esos empates en victorias y cambiando un poco podremos conseguirlo. Creo que vamos por el buen camino», analizaba el delantero japonés.
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El guardameta del Huesca quiso dar la cara por el equipo, destacó el gran trabajo que estaban realizando todos y puntualizó que la «motivación por seguir luchando está intacta». Para Andrés, no hay dudas, el equipo debe mantener su filosofía de juego, ser fieles a este sistema a partir del cual les empezará a dar buenos resultados.
Aún así, hay muchas cosas que mejorar y Okazaki es el primero en admitirlo: «Debemos ser capaces de mantener la tranquilidad, a veces nos metemos demasiado prisa y eso no es beneficioso para nuestro juego». Sin embargo, también quiso resaltar la total confianza que tiene depositada en sus compañeros.
La complejidad de Primera
El último partido contra el Osasuna es un espejo donde mirarse para empezar a pulir aquellos errores que hacen que no llegue la victoria. El más importante, mantener el mismo nivel de juego y rendimiento durante los 90 minutos. «La segunda parte nos costó por mérito del Osasuna», opinaba Andrés. «Tuvimos más ocasiones y con un segundo gol la situación habría cambiado, pero en la segunda impusieron su juego», analizaba Okazaki.
Está claro que esta es la Primera División, una de las mejores del mundo, y las palabras son mayores. Pero la SD Huesca está donde está por merecimiento propio, logrando la segunda oportunidad en tres años de demostrar que tiene nivel para la élite española. Son diez jornadas disputadas, todavía queda mucho por delante. La próxima cita contra el peligroso Sevilla será una nueva prueba de fuego.
