La SD Huesca está convirtiendo en talismanes sus encuentros lejos de El Alcoraz en este último tramo de liga, que tras la victoria en Reus se encuentra más fuerte que nunca.
Llevándose los tres puntos de Reus, el conjunto azulgrana se perfila como el equipo más en forma de Segunda División en las últimas 5 jornadas. Ese buen hacer viene de un gran trabajo realizado a domicilio, ya que las dos últimas salidas del club oscense se han saldado con victoria para los altoaragoneses.
El Huesca ha encadenado dos victorias consecutivas fuera de su feudo: la primera, frente al Mirandés, en la que los de Anquela se impusieron 1-3 en Anduva. La segunda se produjo ayer contra el Reus, que ha dejado al equipo a un punto del ‘playoff’ de ascenso y con muchas ganas de seguir soñando.
No se daban dos victorias seguidas del conjunto azulgrana a domicilio desde el 29 de mayo de 2016, cuando vencieron a Osasuna en la penúltima jornada de liga. El equipo oscense venía de ganar en Butarque 2-3 al Leganés y de empatar a uno en el derbi aragonés. Aquel día el Huesca sudó para conseguir la permanencia matemática ganando 2-3 al conjunto navarro.
Dos ‘manitas’
La SD Huesca, además, puede presumir de haber conseguido puntuar en sus últimos 10 encuentros a domicilio, agrandando su haber con 3 victorias y 7 empates en esos partidos ligueros y sumando una vuelta entera sin perder lejos de El Alcoraz, desde que sucumbiera en el Ramón de Carranza frente al Cádiz (1-0) allá por el 5 de noviembre de 2016.
Desde aquella derrota, el conjunto azulgrana encadenó 5 empates, frente a Rayo Vallecano, Tenerife, Lugo, Numancia y Gimnàstic de Tarragona. Tras ello el Huesca consiguió doblegar al Córdoba en el Nuevo Arcángel para proseguir con otros 2 empates, contra el Elche y el Almería a los que siguieron las 2 victorias nombradas ya ante Mirandés y Reus.