El Huesca ha vuelto a los entrenamientos tras el varapalo que sufrió en el Nou Camp y regresa en una semana distinta ya que la Primera no juega este fin de semana debido a las selecciones. Moi ha sido el encargado de poner voz al vestuario del Huesca tras el 8-2 en la casa del Barça y en un partido donde Messi volvió a ser desequilibrante.
Moi no escondió que igual el 3-2 pudo abrir la puerta a buscar algo histórico. Igual, reconoció, el equipo pecó de exceso de ambición. “Y estos equipos cuando dejas espacios te matan”. El centrocampista del Huesca buscó una lectura positiva de lo hecho que fue la primera parte y en el otro lado ajustar los mecanismos necesarios para eliminar los errores que propiciaron la abultada derrota. Si la derivada en resultados así es que llegue un partido cuanto antes para olvidarse de lo ocurrido, el Huesca tiene una larga travesía hasta la próxima cita, que será contra el Rayo. De momento, días de duelo y con la cabeza ya metiendo ese partido contra los madrileños que es lo que ya importa. Además, duelo de ascendidos con el mismo objetivo que no es otro que el de la permanencia y eso implica mucho. Y por todo ello Moi lo tiene claro: “Es un rival directo, sabemos que será difícil y que ojalá jugando en casa podamos brindar la victoria ante nuestra afición”.
Pero no solo el parón sirve para ver lo más cercano, la realidad es diferente a lo ocurrido en el Nou Camp y es que el Huesca en tres partidos fuera ha conseguido sumar cuatro puntos lo que, sin duda, está muy bien y es realmente lo que importa: que llega a su cita con el Rayo con ese bagaje después de haber jugado tres partidos fuera de su feudo. Y claro, también ganas de jugar en su estadio, profundamente remozado al de la anterior campaña y al calor de una afición volcada con el equipo lo que calificó de “orgullo”.