La gran traba para obtener el máximo rendimiento de los vehículos eléctricos es que el número de puntos de recarga de uso público ya es actualmente insuficiente. Y no solo eso, sino que si el uso del coche eléctrico se generalizase, las colas de espera en dichos puntos de carga serían de proporciones bíblicas.
Aquellos que residen en viviendas unifamiliares solventan el problema mediante la instalación de un wallbox en su garaje, pero los residentes en pisos o urbanizaciones con garajes comunitarios piensan que el procedimiento de instalación de estas tomas es muy caro y, sobre todo, largo.
Sin embargo, existen firmas especializadas como Smart Wallbox, cuyos servicios convierten la instalación de estos puntos de recarga en un proceso ágil y cuyo coste se amortiza con rapidez.
¿Qué tenemos que hacer para instalar un punto de recarga en nuestro parking?
La mayoría de los propietarios o inquilinos de plazas de garaje comunitarias creen que el paso previo para instalar un punto de recarga en garaje comunitario es obtener la autorización explícita de la comunidad de vecinos.
Sin embargo, la realidad es bien distinta: según la Ley de Propiedad Horizontal, es suficiente con comunicar por escrito a la comunidad de propietarios que vamos a iniciar el proceso de instalación de una wallbox en el garaje.
Este requisito se satisface mediante el simple envío de una carta certificada a la comunidad de propietarios.
¿Qué clase de punto de recarga elegimos?
No todos los cargadores para coches eléctricos son iguales. En primer lugar, hemos de valorar la tipología de nuestro coche eléctrico:
- La clase de conector eléctrico.
- La potencia máxima de carga que admite la batería.
- La capacidad de la batería.
Adicionalmente, son importantes los factores ajenos al propio vehículo eléctrico:
- La distribución y características constructivas del parking.
- Los kilómetros que recorreremos diariamente.
- El tiempo del que dispondremos habitualmente para recargar la batería.
Ventajas de disponer de nuestro propio punto de recarga
La inversión inicial se amortiza con rapidez, tanto en el aspecto económico como en el funcional:
- Las recargas son mucho más baratas.
- Gran ahorro de tiempo en los procesos de recarga.
- Libertad y autonomía a la hora de usar el coche eléctrico.
- Comodidad total para recargar.
- Se evita depender de los incómodos puntos de recarga públicos.
¿Cómo acertar en la elección del cargador y simplificar el proceso de instalación?
Lo mejor es que nos olvidemos de intentar realizar todo el proceso por nuestra cuenta y que usemos los servicios de empresas especializadas, como Smart Wallbox.
Estas empresas disponen de los medios para valorar el estado de la instalación eléctrica preexistente, los requerimientos del modelo de coche eléctrico y las necesidades específicas de cada cliente.
Una vez analizados esos factores, nos indicarán qué opciones son las más convenientes y económicas, encargándose de realizar todo el proceso administrativo y de instalación.
Adicionalmente, estas firmas pueden informarnos de las subvenciones y ayudas disponibles para la instalación de puntos de recarga en garajes, sean estos comunitarios, particulares o de centros de trabajo.
Por tanto, en el caso de que estés pensando en apuntarte a las nuevas tendencias de movilidad eléctrica sostenible, nuestra recomendación es que, antes de embarcarte en la adquisición de tu vehículo eléctrico, contactes primero con una de estas firmas.