ZARAGOZA | El Real Zaragoza empató ante el Córdoba en un partido loco, en el que no supo aprovechar sus dos ventajas. Quedó en mal lugar en los duelos, vencido en los intangibles, falto de acierto para todas sus ocasiones. Luna y Francho adelantaron dos veces al Zaragoza, pero las réplicas del Córdoba fueron inmediatas y mostraron a un equipo frágil, tembloroso en su defensa, conformista en el último tramo. El equipo de Víctor Fernández sumó un punto a ninguna parte.
Gaëtan Poussin (7): Mostró un día más que este es su año. Dos de sus paradas detuvieron el tiempo. Quizá pudo hacer más en el primer gol del Córdoba, pero lo compensó después con más muestras de sus reflejos. Puede ser un buen resumen de su temporada. Falla poco y, cuando lo hace, lo repara.
Marcos Luna (6´5): No estaba fino en los pases hasta que Aketxe le enseñó un carril hacia el gol. Al margen de algún tramo de sufrimiento volvió a ser profundo, incisivo y atrevido. Sigue siendo difícil hacer más en menos tiempo. Y eso que cada vez juega más.
Lluís López (3): Pareció descentrado, mal coordinado con Vital. El mejor ejemplo llegó en el gol, donde los dos acudieron a la misma marca, dejando libre su espalda.
Bernardo Vital (2): Ha empezado a mostrar unas costuras que al inicio nunca se le adivinaron. Dudó, perdió batallas y nunca dio la impresión de estar firme. Contribuyó a que la fuga del sector izquierdo fuera toda una hemorragia.
Dani Tasende (3): Sufrió en la marca, falló en los duelos y perdió la referencia Cristian Carrecedo. Su banda fue un agujero peligroso, recurrente.
Keidi Bare (2): Su regreso no pudo ser más doloroso. Estuvo lento, impreciso, temerario. Vio una tarjeta amarilla que le obligó a cambiar sus rituales, a regularse en las disputas. Terminó sustituido, negado en el juego, ante la amenaza de la expulsión.
Francho Serrano (6): Mostró recorrido, acertó más que Bare en los duelos y firmó su tercer gol de la temporada. El partido fue un correcalles y él solo vio pasar los trenes.
Ager Aketxe (5): Mejor en el juego y en los pases, en dos minutos se concentraron sus aciertos y sus errores. Dio un pase ciego que solo está a su alcance, clínico, plástico, estético, perfecto. Encontró a Luna, que lo culminó a la perfección. Poco después y en la otra portería, no llegó a cubrir una marca que partía de su banda. 16 jornadas y le sigue faltando un gran partido.
Samed Bazdar (5): Impreciso, no estuvo fino en los regates y aún así le faltó un dedo para marcar el gol de la victoria. No acertó en la más sencilla y se inventó la más difícil. El larguero escupió la jugada que hubiera cambiado su partido. Y que hubiera mejorado su nota.
Adrián Liso (4): Es joven y vive su primera crisis de confianza. Se le ve confuso, bloqueado, en pleno estado de dudas.
Iván Azón (7): Volvió a ser un ataque dentro de todos los ataques. Guardó el balón, encontró a Bazdar y forzó el primer gol con su presión. A su partido solo le faltaron remates.
Cambios en el Real Zaragoza
Adu Ares (6): Estuvo mejor, atinado en los controles y más eficaz en los regates. Estuvo inspirado en dos acciones claves: en dos intentos que bordearon los goles.
Enrique Clemente (5): Era un día difícil para él y sin estar del todo seguro, evitó errores claves. Para esquivar los problemas, no se complicó en sus acciones.
Toni Moya (6): Mejoró al equipo desde el banquillo un día más. Aportó fluidez y control a un equipo caótico y descompensado.
Iván Calero (SC): Correcto y firme, como siempre.
Alberto Marí (SC): Poca cosa o casi nada.
Entrenador:
Víctor Fernández (4): Elogió al Córdoba y el partido se jugó por el carril de los locales. Perdió la media, no le dio pausa al equipo ni control emocional del juego. El Zaragoza no supo ganar un partido que fue dos veces ganando. El equipo está detenido y preocupa la fragilidad de su defensa, la impresión de que comete errores elementales. Los últimos minutos, en los que firmó la capitulación, dejan en mal lugar tres claves de sus equipos: la identidad ofensiva, la exigencia interna y la ambición en la clasificación.