El Peñas no pudo poner colofón satisfactoria a una jornada inolvidable ante un Fibwi Palma que pasó como un ciclón durante el segundo parcial y le derrotó. Fue determinante. Le endosó un parcial 10-25 insalvable en el segundo acto. Los esfuerzos de los de Santi Cerdán resultaron en vano ante un equipo mallorquín que supo gestionar la renta adquirida. Tres mil espectadores en la grada contemplaron el encuentro. Santi Cerdán puso de inicio sobre el parquet a Rubén de Celis, Gallardo, Adom, Lafuente y Stosic.
Lobe no comenzó metido en partido. Dos rápidas acciones de los baleares les concedían las primeras rentas (0-4). Los oscenses, muy imprecisos, erraban lanzamientos fáciles. Los visitantes hacían mucho daño cerca del aro. Eran conocedores de la falta de centímetros y kilos en la pintura y la aprovechaban a la perfección. El pivot montenegrino Suskavcevic campó a sus anchas. Ni Stosic ni Lafuente eran capaces de frenarlo y la brecha se abría a 6 puntos (4-10). Lobe despertaba espoleado por los lanzamientos de tres de Lafuente y Adom. El marcador se igualaba a 16 tras un triple del base García. En el tramo final del cuarto un parcial de 0-4 para los visitantes les otorgó una renta de 4 puntos (18-22).
Lobe regresó al parquet sin ideas. La presión defensiva mallorquina unido a la falta de acierto peñista disparó la renta de los baleares. Un parcial de 0-13 condenó a los de Cerdán que no encontraba recursos para romper la defensa visitante. Gallardo y Adom con sendos triples quebraron la sequía ofensiva verdiblanca pero Palma mantuvo el caudal ofensivo alcanzando los 51 puntos en el cierre del primer periodo.
A la vuelta del descanso, Lobe comenzó con un tiro libre anotado fruto de una técnica al técnico Pablo Tomás por sus continuas protestas camino del vestuario. A pesar de que el equipo se mostraba más acertado en ataque, el muro de los 10 puntos de desventaja se mostraba inalcanzable. Font y Kovacevic ponían de manifiesto su gran físico para abortar cualquier atisbo de remontada. Los oscenses no bajaban los brazos en el tramo final y liderados por Lafuente reducían las ventajas a un esperanzador 59-66.
Con 10 minutos todavía por jugar todo era posible. La grada creía en la remontada y el equipo tiró de garra y pelea. Los baleares volvían a situarse a diez puntos (66-76). Como en partidos anteriores, en los momentos decisivos, se volvía a echar en falta una mayor rotación. El esfuerzo pasaba factura y la remontada empezaba a verse lejos. Un último arreón de Rubín de Celis con 6 puntos resultó insuficiente ante un rival que supo dosificar muy bien su renta en los compases finales para dejar un definitivo 75-83 con el que Palma derrotó al Peñas.