Moderada por José María Pardina y organizada por la Peña azulgrana ‘Fenómenos Oscenses’, en la madrugada de ayer el local oscense Bendita Ruina acogía una charla-coloquio en la cual se rememoraba algo tan importante y decisivo en el mundo del fútbol como es el gol. Y para ello contó con la presencia de varios delanteros que de una u otra forma han sido y son historia del club azulgrana.
Un emotivo vídeo recordaba épocas pasadas e hilvanaba muchos de los momentos que vivieron los verdaderos protagonistas en la pasada noche. Una de las ausencias, Roberto García Cabello, recordado por muchos por el importante e histórico gol de Écija, mandaba un caluroso abrazo a toda la afición azulgrana. “Hay un reto importante y bonito. Podéis hacerlo”, deslizaba como preámbulo el querido delantero sobre la delicada situación clasificatoria que atraviesa el Huesca.
Y sin más dilación el moderador procedía a presentar uno a uno a los verdaderos protagonistas. Entre todos ellos muchos partidos a sus espaldas y lo más significativo, muchos goles. El primero de ellos, Javier Mendiara, recordaba que “son muchas las sensaciones. Las emociones afloran y el sentimiento es grande“, en clara alusión al cariño que recibe día a día de toda la afición y la situación actual del equipo altoaragonés.
Con 200 partidos a sus espaldas como recordaba José María Pardina y 107 goles con la elástica azulgrana, reconocía con algo de nostalgia que su gol más importante es aquel que nunca marcó. En el recuerdo, un encuentro ante el Guadalajara donde un remate suyo se encontró con el poste. “Lo tengo en mi cabeza, es el gol que nunca metí”, recordaba Mendiara, aunque en su memoria también está el último gol que se marcó en el mítico campo de San Jorge que fue obra suya.
Su pasión por la docencia le llevó a dejar el fútbol a la edad temprana de 24 años y como recuerdo, las palabras agradecidas de un asistente que le recordaba todos esos valores que le pudo inculcar, entre ellos el amor por el deporte. Algo modesto, recordaba la famosa portada de la revista Oriente en la cual se le llegó a relacionar con el FC Barcelona, hecho que fue “mentira” como confirmaba, aunque eso sí, reconocía -entre risas- que guardaba esa revista en su archivo.
A su lado, Enrique Porta. Con 94 partidos como azulgrana en dos épocas distintas, se le recuerda por su clase y sus goles. De hecho, como reconocía el propio José María Pardina cuenta en su haber con el pichichi de Primera División conseguido con el Granada en la temporada 1971/72 donde anotó la cifra de 20 goles. Natural de Villanueva de Gállego, indicaba que tiene cuatro equipos en el corazón: el Granada CF, el Real Zaragoza, La SD Huesca y el Villanueva CF.
Porta era recordado también por su importante traspaso a la entidad andaluza, por la cantidad de 400.000 pesetas más un partido amistoso, cantidad que ayudó en su momento a “comprar los terrenos donde hoy se ubica El Alcoraz”, como él mismo contaba. En su memoria, un gol marcado en Gijón en una eliminatoria de ascenso a Segunda. Con el Granada recordaba con mucho cariño dos goles anotados al todo poderoso FC Barcelona “con mi padre presente”. Además, destacaba a un compañero “con el cual me une una gran amistad” y que no es otro que el jugador encargado de anotar el primer gol en El Alcoraz: Jesús Borbón, que también se encontraba entre los presentes.
Otro de los delanteros presentes en el acto era José Antonio Palacino. Con 278 partidos a sus espaldas y 114 goles -aunque recalcaba que en su archivo eran 125-, destacaba que “el orgullo más grande es haber jugado con la camiseta del Huesca”. Y mandaba un mensaje de ánimo a la actual plantilla, convencido de que “el equipo va a salir de ahí”. En su recuerdo, los dos goles anotados ante del Deportivo Aragón y que supusieron el campeonato de España de aficionados.
Como anécdota negativa recordaba el famoso ascenso a Primera, donde el conocido colegiado Andújar Oliver le cobró a la SD Huesca dos penaltis que a la postre llevarían a la derrota por 2 goles a 1. De sus anécdotas salieron los momentos más graciosos de la noche, donde a su fama de tarjetero recordaba la suculenta cena en el Restaurante El Sotón que ganó en una apuesta tras recibir tan sólo una tarjeta durante toda una temporada.
Y por último, la SD Huesca actual estaba representada por el argentino ‘Chimy’ Ávila, quien mostraba su agradecimiento “por estar compartiendo momentos bonitos al lado de ellos”, en clara referencia al resto de goleadores azulgranas. Para ‘Chimy’, conseguir el ascenso es el recuerdo más bonito de su estancia en Huesca. “Lo recordaré para siempre, elsalgo que llevaré siempre en mi corazón“, comentaba ligeramente emocionado.
También agradecía a la afición porque “trato con mucho cariño a mi familia” y se mostraba convencido de que “juntos vamos a pasar esta mala etapa“, en referencia al momento actual de los de Francisco. En su recuerdo, el gol ante el Barcelona ‘B’ del curso pasado que inició un camino hacia la gloria, aunque su mejor tanto fue a la vida, como reconocía. Eso sí, todos los días agradece “a Dios y al patrón San Lorenzo por vestir esta camiseta”, lo que propició la mejor ovación de la noche.
Muchas y muchas anécdotas de tiempos pasados y un denominador común: el gol. Y una pasión: la SD Huesca. En la memoria, tantos y tantos pasajes que han hecho del club oscense un equipo de Primera. Un largo camino que, como recordaba Pardina, demuestra “todo lo que ha costado llegar hasta aquí” y con el convencimiento de todos los presentes de que el futuro de la SD Huesca va a tener muchas más páginas escritas con letras de oro. Pasado, presente y futuro de color azulgrana. Mucho ‘fenómeno’ en la asistencia y un sentimiento que hace unos años resultaba casi impensable. El lema Fieles siempre sin reblar se hizo presente en la sala más fuerte que nunca.