ZARAGOZA| El pasado sábado en el Nuevo Arcángel se vio al mismo Real Zaragoza de los últimos partidos. Un equipo extremadamente frágil en acciones defensivas al que le salva su capacidad goleadora. El conjunto de Víctor Fernández tiene un serio problema a erradicar si quiere aspirar a estar entre los seis primeros clasificados a final de temporada porque en una liga donde todo se decide por detalles, uno no se puede permitir el lujo de conceder tanto. Y no es que los goles del rival provengan de jugadas muy elaboradas imposibles para la defensa, es que el acierto del oponente viene de errores infantiles propios. Y eso no puede ser.
La prueba irrefutable y también la más reciente fue frente al Córdoba. Hace varias jornadas que el conjunto blanquillo hace aguas en el apartado zurdo de la línea defensiva. Dani Tasende no ha sido un futbolista de fiar en esa posición en cuanto al apartado defensivo porque en sus labores de ataque ha sido un elemento clave a la hora de llevar a cabo las acometidas zaragocistas. Si nos retrotraemos a la acción del primer gol del Córdoba, tanto el ex del Villarreal como Liso saltan al extremo que ha bajado a recibir y ambos se olvidan por completo del lateral que aprovecha ese espacio. El balón acaba llegándole, pisa área y finalmente se la cede a Théo Zidane para que la mande a la cepa del poste.
El segundo tanto verdiblanco también deja varios señalados en una jugada que demuestra los enormes problemas que tiene el equipo en centros laterales. La jugada transcurre por el sector izquierdo -aunque esta vez nada tiene que ver Tasende- escasos minutos después del gol de Marcos Luna. Cristian Carracedo gana la banda y pone un balón al segundo palo. Tanto Lluís como Vital deciden ir a marcar al mismo futbolista, por lo tanto Luna tiene a dos jugadores para él. El canterano, como es lógico, acude a marcar al futbolista más cercano a la portería y finalmente es Jacobo González -el de su espalda- quien acaba rematando para hacer el 2-2. Es un error grosero y preocupante de una pareja de centrales que se está diluyendo con el paso de las jornadas.
Las dudas del centro de la zaga
Lluís López nunca ha demostrado tener el nivel suficiente como para ser titular en un equipo con aspiraciones reales de ascender a Primera División, pero aquello se camuflaba con el gran rendimiento de Bernardo Vital al comienzo de la temporada. Ahora que ambos están atravesando un periodo malo es cuando las carencias futbolísticas salen a flote, pero sobre todo las del central catalán.
“Evitad el pase, evitad que te ganen el espacio, evitad que te ganen el uno contra uno… estamos trabajando eso fundamentalmente. Me interesa hoy el Zaragoza defensivo“, decía Víctor Fernández a sus jugadores en el entrenamiento del martes. La hoja de ruta parece estar diseñada y que el entrenador zaragozano tiene claro donde hacer hincapié. Puede parecer un tópico pero los buenos equipos se empiezan forjando desde la base y ahora mismo el Real Zaragoza en ese aspecto es ramplón, endeble e inseguro.