Las reservas de nieve y de las aportaciones en las subcuencas nivales de las vertientes cantábrica y pirenaica de las cuencas de los ríos Ebro y Garona son de 247 Hm³, muy superior a los últimos años, lo que supone un arranque bastante fuerte y muy temprano del año hidrológico que se inició el pasado 1 de octubre.
Hace un año, a fecha 4 de noviembre, la reserva de nieve era de 22 Hm³, lo que representa once veces menos que la actual, mientras que el promedio de los cinco últimos años es de 49 Hm³, según informa la Confederación Hidrográfica del Ebro en su parte con la estimación de la reserva nival.
Las aportaciones totales acumuladas registradas en los puntos de cierre de cada subcuenca desde el principio del año hidrológico (1 de octubre) son de 501 hectómetros cúbicos, mientras que hace un año eran de 216, y el promedio de los cinco últimos años es de 351.
En estos momentos, las reservas de nieve de las catorce cuencas se encuentran por encima del último año, lo mismo que sucede con respecto al promedio de los últimos cinco años salvo en la Cuenca del Nela, Irati hasta Itoiz y Salazar hasta Aspurz que están a cero, lo mismo que les sucedía en los dos periodos citados.