Óscar Sanz es el primer refuerzo invernal del CD Ebro. El futbolista, de 20 años de edad, juega habitualmente como pivote aunque también puede hacer la labor de mediocentro. Su llegada sirve para aumentar las opciones en la sala de máquinas del club arlequinado que quiere hacer una mejor segunda vuelta.
El futbolista llega a La Almozara cedido hasta final de temporada de un histórico como el Nàstic de Tarragona (1ª RFEF), donde esta temporada no ha contado con los minutos que desearía. El jugador cuenta con el pedigrí de haberse formado en el club tarraconense.
Óscar Sanz se ha mostrado «ilusionado» por la llegada al CD Ebro y viene a por todas. «Espero aportar muchas ganas y vengo a competir hasta el final por el objetivo; deportivamente es una buena oportunidad para mí y quiero volver a sentirme futbolista y madurar», ha explicado a su llegada al conjunto maño.
El futbolista es consciente de que su llegada a Zaragoza supone salir de su zona de confort pero tiene claro que el Ebro es el lugar apropiado. «A nivel personal significa un cambio de hábitos para mí porque estaré más lejos de la familia, de casa y de los amigos, pero vengo a un club histórico con un gran proyecto y a una ciudad que conozco y que me encanta: estoy seguro de que voy a estar bien», ha concluido.