Territorios despoblados, cerca de polos industriales y carentes de empresas que nutran de puestos de trabajo y en cascada creen otros. Pero con una naturaleza particular, una historia que descansa en casas de muros de piedra centenarias, calles angostas y que concentran deseos de escapadas para volver a la esencia, orillar el estrés y buscar tranquilidad en contrapunto a las grandes ciudades.
El territorio que tiene en el Prepyr 365 su nexo de conexión, abre ese abanico a la ‘otra’ vida. Sitios donde el silencio se encuentra, es cómodo y no asusta, sendas y caminos que tienen de fondo el Pirineo, rincones gastronómicos donde maridar deporte y buenas viandas. La Hoya, el Somontano y Cinco Villas han visto en su unión, la fuerza. Alberto Martínez Embid lo describe como “la segunda línea del Pirineo”.
El Parque Natural de la Sierra de Guara, la sierra de Santo Domingo –espacio natural protegido desde 2015- o las aristas que jalonan el norte de la comarca de la Hoya son sitios “maravillosos” lo que hace preguntarse en “por qué la gente no viene más por aquí”. Martínez Embid incide en que muchas ocasiones el empeño por conocer otros territorios fuera de Aragón que no tienen nada de novedad respecto a otros que hay en la Comunidad. “En Cinco Villas llaman mucho la atención los senderos, muy bien balizados y marcados. Y, además, sus gentes son encantadoras. No les importa pararse e indicarte e incluso alguna vez que me he topado con alguno que iba en todo terreno enseguida se ha ofrecido para llevarme a donde yo iba”.
BTT como embajador del territorio
Esta segunda línea del Pirineo es un territorio perfecto para cuando el invierno crudo ancla en los Pirineos o en este inicio de la primavera, cuando quizá el esquí no es la mejor opción para pasar un día por la montaña. Santo Domingo es una sierra donde la BTT ha servido, y sirve, de embajador del territorio. Desde Ejea se potencia y mucho esta actividad. “La cara norte de Santo Domingo es muy alpina y muy verde. Las pistas están abiertas y puedes subir por ellas hasta donde quieras. Y las vistas son absolutamente magníficas”, describe Martínez Embid.
Un lugar donde el senderismo gana adeptos. No es de extrañar ya que cuenta con hayedos e itinerarios botánicos muy bien señalizados, en cualquiera de las tres comarcas. Martínez Embid desliza que si hubiera que buscar la capital sentimental de Aragón “igual tendría que estar en Cinco Villas, son aragoneses a la antigua usanza de la hospitalidad y la educación; si das los buenos días te dan los buenos días”.