Es chocante y desgarrador ver cómo el conjunto altoaragonés pasa de plantar cara al Atlético de Madrid, a jugar sin sangre ante el Getafe; de realizar un auténtico partidazo contra la Real Sociedad, a no tener ideas contra el Cádiz. La balanza cambia de lado de jornada en jornada con unos movimientos demasiados bruscos que hace inviable que un equipo pueda mantener la calma en la clasificación. Restan tres jornadas y la plantilla de la SD Huesca tiene que dejarlo todo sobre el campo, tomar el ejemplo de Rafa Mir.
El murciano salió en la encuesta de Tumasa como el mejor jugador del partido según los lectores de SPORTARAGON.com. Su golazo fue la guinda para un partido donde lo dio todo y tiró del carro de, prácticamente, el resto de compañeros que se vieron anulados por la férrea defensa del Cádiz. Sin embargo, eso no frenó al ariete azulgrana que, con plena confianza, intentó crear peligro de todas las maneras posibles.
Con un centro del campo ahogado por el rival, Sandro tuvo que ayudar más en la salida del balón dejando a Mir completamente solo como referencia en el ataque. Esto obligaba a los de Pacheta a realizar balones aéreos que encontraran su remate pero los centrales gaditanos supieron proteger bien el centro del área.
El primer gol del Cádiz llegó y Mir, frustrado, intentó lograr una reacción rápida para los suyos. Escorado, cubierto y a muchos metros de la portería de Ledesma -quien estaba un poco adelantado-, el delantero murciano se sacó de la manga un disparo perfecto que encontró la red. Aquel golazo hubiese tenido un mayor premio de no ser por un despiste en la siguiente jugada que supuso el 2-1 justo antes del descanso.
Dar ejemplo
La segunda parte mantuvo un guion similar con tímidos remates de cabeza y otro disparo, desde una zona similar al gol del empate, que se marchó por muy poco rozando la cruceta. La SD Huesca buscó el 2-2 de manera desesperada con centros que no llegaban y buen puerto y Rafa Mir ya no pudo hacer nada más.
Al acabar, él mismo confesaba que no le importaba lo espectacular que había sido su gol ya que no había servido para nada. Palabras que muestran perfectamente la actitud de un jugador que lo da todo sobre el terreno de juego. Este sábado marcó; lo necesitaba para recuperar ese olfato goleador que tan importante tendrá que ser en el tramo final de competición.
Ahora tiene que impregnar de ese espíritu al resto de compañeros. Esa actitud luchadora y competitiva hasta el final, es lo que puede marcar la diferencia entre la permanencia y el descenso a Segunda. Tres jornadas donde se debe mantener la constancia, dejar todo sobre el campo y, en el caso de caer, hacerlo de pie.